Queridos amigos y amigas:
"El miedo tocó a la puerta. La fe abrió y no había nadie allí"
(Martin Luther King, Jr)
Anoté la frase en un cuaderno de tapas azules. Era 1980. El cuaderno se ha vuelto sepia, pero aún lo recuerdo blanco. Dejaba los estudios universitarios con 17 años. Sí, a esa edad ya dejaba mi primera carrera y me iba lejos a abrir una puerta, que desde entonces se aleja porque sabe que sigo dispuesto a abrirla.
Hoy y a esta hora quiero tomarme un momento para compartir con ustedes algunas reflexiones que me nacen desde ese lugar que permanece en el tiempo, en el que la sinceridad se encuentra con las experiencias vividas y las convicciones que he forjado a lo largo de los años en mi trabajo en artes y comunicaciones y en la Academia.
Nos hemos conocido en ámbitos tan diversos: el marketing empresarial, la comunicación popular, los estudios de teología, las discos y las ollas comunes, las asesoría de gobierno así como en claustros académicos, escenarios, estudios de grabación, locaciones y en particular en estos meses de campaña, apoyando la propuesta de la candidata para Alcaldesa de Constitución.
Ella es una mujer que he admirado porque creo que encarna la valentía que las mujeres han tenido que masticar por siglos de machismo patológico, en una comunidad en la cual el gran logro del partido oficialista es presentar su cuadro de honor sólo con hombres ligados a un apellido conocido (Defíneme Nepotismo de mejor manera: imposible)
Quisiera hablarles de algo que considero fundamental para la vida en democracia en el siglo XXI: ese lugar que te guste o no tendrás que vivir. La democracia de los años es infalible, a todos les gusta tener su poderío de 365 días y en ellos, con sus defectos y virtudes, la democracia humana supera el horror de una dictadura, aunque intenten minimizarla quienes la financiaron.
1. La Administración Pública: Un Espacio de Servicio, No de Escalada Política
A muchos de nosotros nos han hecho creer que la administración pública es una escalada en la que se comienza desde abajo y se va ascendiendo paso a paso, según las oportunidades que te ofrece un partido político. Esta idea ha sido tan reforzada que, en algunos casos, parece que el único modo de progresar es mediante adhesiones, favores y apoyos partidarios. Algo así como: primero debes ser dirigente social, luego concejal, luego alcalde, después Consejero Regional y así hasta ojalá pelear el sillón Presidencial. Nada más lejos de la realidad, lo sabemos porque en el país hay algunos postulando a sillones edilicios o regionales bajo el peso de su apellido o de su fortuna familiar.
Digámoslo con honestidad: lo mejor de uno mismo si no se actualiza, es lo mejor de uno que supo responder en el pasado con las tecnologías y recursos de ese pasado, como lo hicieron los apellidos que nos anteceden. De lo contrario: ¿Cómo se entiende que hoy por hoy miles de candidaturas se basen en impresos en PVC de alta toxicidad ambiental y sanitaria? Se entiende que un candidato puede no estar al tanto de eso, pero ¿sus asesores, no se lo dicen? ¿O lo que es peor: No hay asesores? Si no lo saben los candidatos y/o si no lo saben sus asesores: NO SON APTOS PARA GOBERNAR EL SIGLO QUE ENTRARÁ A SU TERCERA DÉCADA SIN RECIBIR LOS BENEFICIO PROMETIDOS EN EL SIGLO PASADO, en donde la crisis climática ha comenzado a manifestar su peor rostro, y donde la tecnología nos entrega las herramientas necesarias para acceder a información que antes solo tenían las cúpulas.
Hacer campañas de espaldas a la ciencia y tecnologías aplicadas es la primera demostración de que la administración pública es un trampolín para el poder personal en muchos candidatos, un culto a ideologías del pasado que prometieron unidad y terminaron polarizando la sociedad. Lejanos quedaron los ideales de la Revolución Francesa que originaron la organización de los Estados modernos al servicio de la comunidad, con lo mejor de uno mismo y de los recursos con que se cuenta en el presente.
Si algo he aprendido en estos años es que trabajar en lo público (desde cualquier zona laboral), es una vocación, un llamado profundo que nos impulsa a poner nuestras habilidades y conocimientos al servicio de quienes más lo necesitan. De lo contrario, no tiene sentido desgastarse ni por muchos millones que recibas. Hoy el precio que se paga es alto para el que quiere usar el poder público como meta en los Juegos del Hambre. Basta un audio filtrado, el análisis de unas cifras que no cuadran, un informe de Contraloría y el peso de la ambición comienza su cuesta abajo en la rodada.
2. Detrás de Cada Proyecto Público Hay Personas Comprometidas
Muchas veces, cuando miramos una obra nueva, pensamos en los nombres de los políticos que cortaron la cinta en la inauguración. Pero pocas veces nos detenemos a pensar en los hombres y mujeres que realmente hicieron posible que ese proyecto llegara a buen término. Detrás de cada obra pública hay profesionales, técnicos y funcionarios que, con dedicación y casi siempre desde el anonimato, trabajan incansablemente para que los recursos se utilicen de manera eficiente. Honestamente pienso que ellos debieran cortar las cintas, los profesionales, los técnicos, y en particular los obreros que las levantan. Los funcionarios públicos son los verdaderos héroes de cada pequeño logro que celebramos, y merecen ser reconocidos por su esfuerzo y compromiso.
Por eso, duele profundamente cuando se confunde el servicio público con el cuoteo político. Sé que muchos tienen la percepción de que todo es obra de acuerdos partidarios, y en parte, no puedo culparlos por pensarlo. Los partidos han hecho todo lo posible para hacernos creer eso. Gente inteligente entrega sus capacidades cognitivas al mandato del partido, como quien profesa la religión laica de la “Banalidad del Mal”, en donde se entrega el juicio crítico por orden del superior (fenómeno de siquiatría digno de estudio), se hace el mal sin cuestionar la orden, se obedece a ciegas para mantener una cuota dentro del escalafón. De verdad pienso, ¿Cuánta miedo acumula una persona que es capaz de pararse junto a alguien que sabe que es dañino para aparecer en la foto eleccionaria?
Pero la realidad es que hay muchísimas personas que, sin pertenecer a ningún partido, dedicamos días y noches a pensar en cómo mejorar nuestra comunidad, sin tener que obedecer a la manipulación del miedo a la cesantía, tan endémica en este país donde se utilizó como parte de la Doctrina del Schock que le voló la tapa de los sesos al cuerpo social de Chile en los 80.
3. El Peso de la Independencia en Tiempos de Descrédito Político
Vivimos en tiempos donde la confianza en los partidos políticos ha llegado a niveles extremadamente bajos. Ellos mismos son los responsables: la corrupción y su desinterés por los problemas reales han hecho que muchos ciudadanos, y también muchos de nosotros, perdamos la fe en los partidos. Por eso, muchos de los que hoy se presentan como candidatos lo hacen desde una aparente independencia. ¿No les llama la atención que no vayan los logotipos de los partidos políticos en las “palomas”, esos artefactos destinados a propagar el cáncer por contaminación de micro plástico?
Para mí, ser independiente significa tomar decisiones difíciles con total libertad, sin tener que rendir cuentas a intereses que no coinciden con los de la ciudadanía, aunque esta muchas veces no se da cuenta del estado de alienación en el que se encuentra. Significa escucharlos a ustedes, mis amigos, mis vecinos, antes que seguir las órdenes de una cúpula lejana. Y en esa escucha activa oír los vacíos e inconsistencias lógicas y emocionales de los discursos internalizados con tanta fuerza que se convierten en “el sentido común”, eso que toda estructura de poder busca naturalizar de tal forma que no vemos la cuña ideológica que esconden las afirmaciones que emitimos.
Porque sé que la única manera de hacer una diferencia real es alejarnos de los vicios del poder y trabajar codo a codo con nuestra gente, aunque el peso de la independencia a veces sea la soledad, el gran fantasma que persigue a una condición tan precaria como la humana.
4. Rompiendo con el "El que Tiene, Mantiene"
Hay algo que me molesta profundamente y es la lógica perversa de "el que tiene, mantiene". Venga de donde venga. Este acuerdo tácito entre partidos para conservar el poder, cueste lo que cueste, es una de las grandes barreras para el desarrollo de nuestra comunidad, es la forma solapada de corrupción tan naturalizada que no la vemos y que se resume en la frase del gran Nicanor Parra: “La izquierda y la derecha unida jamás serán vencidas”.
Amigos, ¿No les parece que es hora de romper con esta dinámica? ¿Hasta cuando vamos a seguir permitiendo que el erario público, que pertenece a todos, se maneje como si fuera un botín de guerra? El Estado y su administración no son una empresa para lucrar ni un premio para los que se alinean con el partido correcto en cada turno. Los partidos políticos surgieron en la modernidad como un espacio para servir y generar cambios que verdaderamente transformaran las vidas de los ciudadanos. Detrás de su surgimiento estaba la noción de Progreso, Desarrollo, Justicia, Igualdad, Fraternidad… ¡Ilusos revolucionarios decimonónicos! ¿O no? ¿O aún creemos en esos valores?
En lo personal, un partido al que admiraba profundamente por su coherencia entre teoría y práctica, para mí ha caído en el absoluto descrédito al verlo respaldando administraciones ineficientes, jefaturas (que no liderazgos) despóticas, abusivas y retrógradas.
5. El Financiamiento Electoral: Una Dificultad para los Independientes
Antes de terminar, no puedo dejar de mencionar algo que me preocupa profundamente: el financiamiento electoral. Cada voto vale una pequeña cantidad de dinero (si mal no recuerdo 0,015 UF aproximadamente que se le devuelve al candidato), y para quienes estamos fuera de las grandes maquinarias partidarias, eso supone un desafío enorme. Mientras el SERVEL entrega un mandato cual si fuera un aval que permite a un candidato a optar a un crédito específico para financiar la candidatura, el Banco Estado evalúa a ese candidato independiente con criterios comerciales según su renta.
Es decir: alguien independiente y sin medios económicos, no puede acceder a ese beneficio que se supone que está ahí para dinamizar la democracia. Mientras que los partidos políticos en Chile tienen los fondos para movilizar campañas escandalosas, inmorales ante la pobreza oculta de grandes sectores de la población, en particular de los adultos mayores, los candidatos verdaderamente independientes dependen del apoyo económico de sus familias, amigos, de la gente que se suma voluntariamente al proyecto y de nuestra capacidad para comunicar un mensaje honesto y claro.
Me niego a aceptar que en la misma comuna que despilfarra más de cuarenta millones (aprox. U$ 40.000) en un show reggeatonero de verano, una madre llora porque su hijo ha muerto en una posta rural porque no hay un desfibrilador que vale un millón (unos mil dólares), y algunos modelos menos que eso. No puedo tolerar que en la misma comuna donde un “pseudocomunicador” facture millones por un evento, los ancianos no tengan servicio de podología mensual ¡porque el dinero alcanza para un servicio así solo cada tres meses! Me niego a aceptar que una alcaldía que se ufana de ser capital cultural PIERDA un Fondo Regional por una seguidilla de errores administrativos que tuvieron plazo de subsanar.
Amigos y amigas, no podemos seguir siendo espectadores en este escenario que afecta nuestra calidad de vida y la de nuestras futuras generaciones. Apoyar candidaturas realmente independientes, al menos para mí no es solo votar por una persona: es cuestionar el sistema que se ha perpetuado por dos siglos y que está destinado a mutar como todo en la historia, es reclamar un cambio verdadero. Pero el cambio no llega solo, lo construimos juntos o no llegará, o lo que es peor, llega con rostros como Milei, Maduro, Castro, Hitler, Netanyahu, Bolsonaro, Bukele, Mussolini, Stalin, Pinochet y todos los que han sabido capitalizar el inconformismo pasivo del rebaño y/o el miedo a perder privilegios de las élites.
¿No es más sano dar un paso al frente: informarse, participar, y hacer oír tu voz en las decisiones que definen nuestro futuro?
Con afecto y sinceridad,
Julio.-
Un bonus Track, pensando en los más vulnerables en todo este proceso: lo jóvenes los que, si nos equivocamos seguirán, pateando piedras:
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