
Vino de Honor
Vino de Honor
Vino de Honor

Performance realizada en una producción de la asociación cultural Evento Segreto, con la invitación del director y dramaturgo Fabio Banfo (Milán 2016).
El eje temático del encuentro giró en torno al 40º aniversario de la Copa Davis de 1976, realizada en Chile durante la dictadura militar.
La selección italiana no quería venir a jugar como adhesión al pueblo chileno, víctima de las violaciones a los DDHH del régimen de Pinochet. No obstante, después de varias negociaciones vinieron y la ganaron.
Para la recepción del premio, los jugadores italianos entraron vistiendo una camiseta roja. La prensa chilena dijo que se trataba de un homenaje de los italianos a la camiseta roja de Chile.
Sin embargo, esa camiseta, nunca usada en el Tenis, era un homenaje que los italianos tributaban al Partido Comunista.
La prensa chilena, una vez más, distorsionaba la historia.
Gracias a ese gesto, los tenistas italianos fueron recibidos como héroes y desde entonces, el tenis se hizo un deporte muy popular en su país. Ese acontecimiento se recuerda en Italia como un verdadero triunfo moral sobre la dictadura de Pinochet.
En Chile, hasta hoy no se conoce el por qué de la camiseta roja de los italianos y casi no se recuerda.

El proyecto artístico
Una obra de teatro binacional, basada en el hecho histórico, pero que prolonga su significado hacia temas como: el colonialismo, las dictaduras, la manipulación de la prensa.
Proyecto aún en espera de financiación.
El progetto artistico
Uno spettacolo binazionale, basato sul fatto storico, ma che estende il suo significato a temi come: il colonialismo, le dittature, la manipolazione della stampa.
Progetto ancora in attesa di finanziamento.

Quarant’anni e’ un tempo bíblico.
Quarant’anni, un tempo sufficiente per tessere
o disfare un mito. Questo accadde quarant’anni fa.
Questo e’ un racconto del terrore, non adatto ai bambini.
E’ il 1976: tra le Ande e il Pacifico, Un corpo di carne vive sotto il giogo di una dittatura, Una delle piu’ lunghe e dure del Sud America.
E il corpo, e’ il corpo del Cile.
Il nome del Dittatore non si dice perche’ porta sfortuna,
Pero’ tutti sappiamo come si chiama la bestia menzognera.
E’ un Pinocchio diabólico.
Quarant’anni dopo, in Cile,
Pinocchio e’ piu’ di una favola sulla menzogna.
E’ un incubo di inverno,
Una partita triste e persa
nelle olimpiadi della giustizia internazionale.
E’ il 1976 e qualunque rinascita E’ propizia perche’ la “bambola assassina” della menzogna, tenti di dimostrare la sua immaginaria supremazia di soldatino di piombo Con il mantello bianco di eroe immaginario.
Ma allo stesso tempo ogni gesto di vita, compreso lo sport,
E’ anche un’opportunita’ per quelli che osano gridare: “Il re e’ nudo!”…

E il tennis non e’ un’eccezione.
E’ il 1976, la gran finale della Coppa Davis si disputa a Santiago
E quella che doveva essere una festa, per il dittatore,
Si trasformera’ per lui nella Coppa della Vergogna,
ma allo stesso tempo, nella coppa della speranza
per i pochi che seppero di questa.
Si perche’ molto lontano dalle Alpi,
di questa coppa, della maglietta rossa,
nessuno sapra’ nulla perche’ una maniera di mentire e’ imbavagliare
e questa coppa non significhera’ niente, niente,
per tutta una generazione perche’ alla fine di questa storia
Pinocchio non si trasformo’ in un bambino vero
Ma in un verme en el cattivo seme della menzogna.
Da cui germogliera’ vergogna su vergogna la censura,
la maledetta censura, il diavolo che possiede il corpo del Cile,
fino ad oggi, 2016 quarant’anni dopo.

fragmentos (siete brindis)
frammenti (sette brindisi)
UNO:
El Padre de la Patria
Alzo la copa
alzo la mirada equidistante
alzo las manos
alzo las palabras sonoras y las mudas
alzo la voz
no … no
mejor es que baje la voz desde el Altiplano,
queme las palabras en el desierto de Atacama,
me arranque las manos,
una a una, hasta llegar a la Antártida,
amordace la mirada siempre tan golosa del Pacífico sur,
quiebre la copa con los labios
y la escupa sobre Los Andes
y que otro comience de nuevo.
Que venga otro y brinde,
que otro funde todo de nuevo
que yo no exista y sea así,
que yo no sea padre de esa patria,
porque yo no tengo padre;
porque apenas un bastardo,
porque un huacho prócer,
el primer quiltro de la patria.
No soy el padre, soy el hijo tan no deseado
de la aristocracia colonial.
No. No puedo brindar por nada
soy un muerto exiliado por la patria que fundé,
soy un brindis en silencio,
la copa rota que se incrusta en el labio,
el plagio de un brindis,
el cobarde necesario para comenzar una historia quebrada,
la pésima historia
que ahora se va por las alcantarillas
con este vino derramado en mi ausencia.
Que otro brinde,
que el padre irlandés
muere lejos de la patria,
que no hay patria
sino memoria manchada con vino rojo
de la inocencia profanada.
...
DOS:
El Cardenal
En nombre de Dios
y de la santísima virgen del Carmen,
generalísima del ejército salvador,
en nombrfe de su Santidad de Roma
de la Roma santísima
y venerable por siempre
os exhorto a un brindis porque hubo un tiempo,
algunos lo ubican entre el año 1973 y 1988,
otros creen que es ahora porque el pasado no existe,
porque son almas en pena rencorosa,
porque han vuelto la cara a la gracia del Altísimo,
y hacen del pasado una ocasión de pecado
para descarriar las almas de este,
un país del que penosamente ni Dios sabe nada,
un país como una tierra prometida,
de belleza ordinaria entre una cordillera como Sinaí
y un océano infinito de cadáveres
caídos del cielo,
como las plagas de Egipto
pero venidos desde helicópteros
para sellar con abismos
ese tiempo del que ya ni Dios
ni la Virgen quieren recordar.
Entonces, por aquel tiempo, en aquel país,
porque hubo miles de seres humanos
que fueron entregados como el cordero de Dios,
amordazados, torturados, quemados hijos de Abraham
abortadas hijas de Eva, mutiladas, violadas con ratas y perros,
masacradas, acribilladas por la espalda,
de frente, de costado,
de rodillas, de pie, con los pies para arriba,
con la cabeza colgando,
con las manos atadas con esposas, con telas purgatorias,
con cordeles inmundos, con alambres de inframundo,
sin manos incluso con las que alabar a Dios,
Hubo un tiempo que Dante quiso cantar,
que Michelangelo pintó primorosamente
en la pared de la Capilla Sixtina,
pero se quedaron cortos
porque la historia es más sagrada
que la sagrada mentira de la palabra y del arte.
...